El proyecto fue fundado por iniciativa de la Fundación Antonio Núñez Jiménez y se desarrolla gracias a la colaboración de la asociación franco-latinoamericana de Burdeos.
El proyecto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los campesinos en el área de Bellamar, a través del desarrollo sostenible de acuerdo con los principios de la permacultura.
Nacido en 2008 como una evolución del Proyecto Bellamar para contribuir a la protección del delicado ambiente kárstico y las preciosas aguas subterráneas.
En el centro se les enseña a los campesinos de Bellamar y luego a los agricultores y personas interesadas de todo el mundo, técnicas de agricultura orgánica, técnicas de riego por goteo, transformación de productos y tratamiento de aguas residuales a través de sistemas de fito-purificación.
Con los años, también se construye un pozo que intercepta un rico acuífero, cuya agua se extrae a través de una bomba de viento y una bomba eléctrica alimentada por un sistema fotovoltaico adecuado.
El área del proyecto se ha ampliado año tras año y actualmente cubre 17 hectáreas donde, a través de una planificación de reforestación, se han plantado alrededor de 10.000 árboles.
En las dos imágenes de arriba, el área al comienzo del proyecto y hoy.